Músico de banda vs músico profesional

¿Es mejor ser parte de una banda famosa o trabajar como músico profesional a sueldo? En este episodio de La vida son dos palos, exploramos las diferencias clave entre estos dos caminos. Hablamos de estabilidad, libertad creativa, opciones y cómo elegir el camino que mejor se adapte a tus objetivos como batería. Tanto si sueñas con tocar en una banda legendaria como si prefieres la versatilidad del músico de sesión, aquí encontrarás claves para tomar la mejor decisión. Sobre el podcast: La vida son dos palos es el espacio donde los amantes de la batería encuentran conocimiento, inspiración y herramientas para profesionalizar su pasión. Aprende más: Si quieres mejorar tu técnica y prepararte para cualquier camino en la música, visita www.quientocaque.com y empieza hoy mismo.

EPISODIO DEL PODCAST

Miguel Ballester

3/12/20253 min read

Hoy vamos a entrar en un tema que me toca de cerca.


Me lo preguntó hace poco un alumno en una clase presencial, y la verdad es que ya había pensado en dedicarle un episodio hasta entonces. Pero cuanto más lo pensaba, más claro lo veía.

¿Qué diferencia hay entre ser el batería de un grupo y ser un músico profesional que toca con diferentes artistas?

Y la verdad, no es una pregunta cualquiera.

🎸 El músico de grupo

Muchos de nosotros hemos empezado así. Unos amigos, una idea, uno canta, otro toca el bajo, otro la guitarra… y alguien se sienta en la batería.
Nace un grupo.

Y a partir de ahí, lo de siempre: maquetas, conciertos, fotos, sudores, peleas, risas, sueños.
Algunos grupos se quedan por el camino. La mayoría, de hecho.
Pero algunos llegan lejos.

Cuando un grupo funciona, tiene muchas cosas buenas.
Tienes una identidad.
Tienes visibilidad: sales en los carteles, en las fotos promocionales, en los videoclips.
Y si el grupo despega, tú despegas con él.

Pero claro, eso también significa que estás casado con ese proyecto.

Y si la cosa va mal, te vas al barro con todos.
Si hay problemas internos, si el cantante tiene el ego por las nubes, si el manager es un desastre…
Lo bueno es bueno, pero lo malo también es compartido.

Y hay otra cosa: la presión.
Porque si el grupo empieza a funcionar, hay expectativas, giras, decisiones, y muchas veces no dependen de ti.
No puedes bajarte cuando te apetezca.

Montar un grupo es montar una empresa, pero con instrumentos y emociones.

Y como ejemplo de bateristas que se han quedado dentro del grupo, pues tienes a Larry Mullen Jr. de U2, con un 25% de la banda. Nada mal.
O más cerca, Uriol Bunet, que además de ser un crack, es amigo. Desde aquí, un abrazo, Uriol.

🎤 El músico profesional

Por otro lado, está la figura del músico a sueldo, el que va saltando de proyecto en proyecto.
Puede tocar en una gira, grabar un disco, acompañar a un cantautor, hacer un bolo en televisión o currar en un musical.

Este es el músico que se ha preparado para todo.
El que se adapta, que sabe leer, que escucha y resuelve.

Tiene la ventaja de la variedad.
Trabajas con un montón de gente distinta, aprendes muchísimo, y te haces más fuerte en diferentes estilos.

Pero también tiene la desventaja del anonimato.
Nadie te reconoce por la calle.
Cuando termina el concierto, tú recoges tu batería, y te vas.
El público espera en la puerta al cantante.

Una vez, en 2006, hice una gira con un artista que venía de Operación Triunfo.
Tocamos en una sala de Barcelona.
Al terminar, yo recogí, saludé, me fui a tomar algo con los compañeros.
Él, el artista, se quedó encerrado hora y media en el camerino porque no podía salir.
Gente bloqueando la puerta, pidiendo fotos, besos, autógrafos.

En ese momento pensé: qué gusto ser batería.

💶 El dinero, claro

Aquí va lo que muchos queréis saber.

Como músico profesional, puedes vivir bien si tienes trabajo constante.
Cobras por bolo, por grabación, por sesión.
No sueles tener muchos gastos de producción ni riesgo económico.

Pero si eres parte de un grupo que triunfa, ahí está el premio gordo.
Si el grupo cobra 100.000 euros por un bolo y sois cuatro, bueno… haz los cálculos.
Ahora, claro, llegar hasta ahí es otro tema.

Así que: menos riesgo como músico profesional, pero más estabilidad e ingresos potenciales si el grupo llega lejos.

⚖️ ¿Entonces? ¿Qué camino es mejor?

Depende.

Yo he hecho ambos.

He estado en grupos donde éramos todos socios, donde nos partíamos el alma para grabar un disco y subirnos a furgonetas destartaladas.
Y también he trabajado como músico profesional en muchos proyectos muy distintos.

Hoy por hoy, me muevo sobre todo como músico profesional.
Y estoy bien así.

Disfruto de subirme a escenarios con gente distinta, me adapto, aprendo.
Y lo agradezco mucho.

🧭 Consejos por si estás eligiendo

Si eres alguien a quien le cuesta recibir órdenes, que quiere tener el control creativo y no quiere depender de un jefe musical… igual el grupo es tu lugar.

Pero si eres versátil, te gusta tocar cosas diferentes, y no te importa estar a la sombra… el camino del músico profesional te puede dar mucha vida.

Eso sí: formación, siempre.

Un músico de sesión suele tener un perfil más completo: técnica, lectura, oído, repertorio, idiomas musicales.

Y si estás en un grupo… también te ayuda saber más.
No se trata solo de hacer tu-pa tu-pa.
Cuanto más sabes, más aportas.

🎓 Estudia, estés donde estés

Y si no sabes por dónde tirar, o quieres prepararte para estar listo en ambos caminos, te recuerdo que puedes estudiar conmigo en quientocaque.com.

Hay cursos de técnica, de estilos, de independencia, de todo lo que necesitas para estar más preparado como batería.
Y cada dos semanas nos juntamos en directo a hablar, resolver dudas y compartir camino.

Gracias por escucharme un episodio más.
Y ya sabes:
⭐ Si puedes dejar una reseña, o compartirlo con otro batería que está pensando en su futuro, me harás un favor.

Y sobre todo, no lo olvides:

🎧 Estudia, que la vida son dos palos.

Chao.